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-53- c1c1o, mereciendo de Dios galardón eterno; puedes también ser útil a todos los fieles de Cristo, especialmente a las almas, que sufren m el purgatorio, implorando para todos la gracia y el perdón en las Horas, y en las mi– sas; que tanto les serás de más provecho cuando por todos orares más veces y con más fervoroso afecto. Una palabra que profieras con devoción y piedad, no ha de carecer de recompensa; mas también la que pr.ofieras con lasitud y negli– gencia, será castigada cori estricta justicia. Que no es pequeña falta estar en la presen– cia de Dios y de los santos, disipado el cora– zón, y sin atender a las palabras sagradas. Es irreverencia grande hablar palabras va– nas o tener acciones fútiles, al!i donde sólo ha de atenderse a la obra de Dios, con abstrac– ción de todo lo restante. En esto se conoce el verdadero y devoto Religioso: en que se halla atento y fervoroso en las divinas alabanzas; en que nada quiere .hacer ni pensar, sino lo que a Dios agrada, siendo su comunicación con los espíritus an– gélicos. Y esto es orar continuamente, es decir, ala– bar, bendecir y glorificar a Dios en todo tiem– po, como lo hacia el Rey David, según lo tes– tifica en los Salmos: •Bendeciré al Señor en