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1 ' ' · O··· ····..--.. --..--............... a....................................o ............................................ ···························{:· C A P(TULI) VI De la guarda de la lengua y del ejercicio del trabajo Ten cuidado de tu lengua; «que de toda pa– labra ociosa has de dar estrecha cuenta al Señor)), «Si alguno no refrena su lengua, vana es su religión, dice el Apostol Santiago». De no guardar con cuidado la lengua se si– guen muchos males, de los cuales se ve libre el hombre silen:ioso, sin tener que dolerse de ellos. Procura, pues, callar voluntariamente, y guardarte de palabras inútiles; porque las plá– ticas prolongadas extinguen la caridad, en– gendran la disolución, hacen perder el tiem– po, manchan la conciencia y ofenden a los de– más. Estatuto antiguo es de Religiosos el silen– cio, introducido por los Santos PDdres, y con