BCCCAP00000000000000000000232

- 349- a seguir las aspiraciones .del espíritu; cierta– mente encontrarías la verdadera vida, y evi– t~rias la m'uerte sempiterna. La deuda temporal precis::> es que la pagues, por que la contrajiste e!J la · primera culpa; y obrarías cuérdamente en sujetarte al .espíritu sin mostrar rebeldía; y así no te alcanzaría la muerte segunda, antes bien entrarías en · el descauso eterno, que tauto ansias. Sígueme, pues, a mi en los dictámenes de tu espíritu y no ie ator'!lentes forcejeando con– tra él, antes ,POr el contrarío muéstrate dis– puesta para todo cuanto él te dictare. Oye lo .que te digo: si fueres partiCipante con él en la tribuladón, lo serás también en la consola– dó!l. Cúbrete de ceniza, hija de Sión, vístete de cilicio, baja y siéntate en él polvo; llora con– migo mi desventura, y mira Íni dolor, que no es pequeño ni pasajero. Mi Dios y mi Señor se .ha irritado con su siervo y ha maldecido sus obras, diciendo: con.el sudor de tu rostro.comerás .el pi-m. Con' razón, lo co¡¡fieso, perdí aquella tierra .tan deseable, porque no guardé los mandamien- tos de Dios. · No .era terreno mi alimento antes de mí caída, no era animal y corpóreo, sino espiri– tual, celestial y angélico. Pan de trigo, fino y bien cribado era el que Dios me babia prepa-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz