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-340- dolos en la cruz, y perdonando nuestras cul– pas, para que vivamos con él. Y en "lro lugar: Palabra fid y digna de todo reconocimiento; Cristo vino a este mun– do a salvar a los pecadores. He aquí, pues, cuánto consuelo ·Y.espera'nza dejó Dios a los pecadores; pero a los peca– dores arrepentidos y conversos. Acuérdate de sus santas palabras, por las que tanta ,espe– ranza se te infunde. Y ahora Señor, me prosterno en tu presen– cia en oración fervie~t~ y clamo de lo intimo de mi alma. ORACIÓN LARGA Y DEVOTISIMA PARA DERRAMAR EL CORAZÓN EN EL ACATAMIENTO DIVINO Señor Dios y Padre mío, pequé contra ti y ante el cielo, y no merezco llamarme hijo tuyo; mas, oh Padre mío, hazme como uno de·tus criados. Obras con justicia, si me arrojas de tu pte– sencia; mas también mostrarás tu misericor– dia, si recibe~ a un .malvado, indigno de todo bien. ' En esa misericordia fiado, me arrojo a tus piés, y los riego con lllis lágrimas, y los ado- . ro y los beso con devoción, exponiéndote mis súplicas r.on ·humiÜado y .contrito corazÓn. Vuelve tus ojos, Dios misericordioso, a este

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