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-330- se todas las cosas; y el no examinarse con cuidado, para darse cuenta de los afectos que los mueven d las virtudes o a los vicios y co– nocer cuán distantes se hallan de la verdade– ·ra y perfecta unión con Dios. Que tán!o más ·se une con Dios el hombre y es de él más iluminado, cuanto más lejos se halla de los cuidados del mundo. No es necesario al hombre saber o poseer muchas cosas, mas la curiosidad y la avari– cia le arrastran a muchas, nocivas a su alma. Muéstrate contento por amor de Cristo con ·un 'hábito sencillo y mesa moderada, y no pretendas vestidos preciosos. 1!.1 corazón puro agrada a Cristo; que no una capa elegante, ni una casulla primorosa, tejida con maravillosa v~riedad de hilo finí– simo. No desées que tu Orden abuntle en riquezas ·y en grandes edificios; sino más bien que flo– rezca en buenos religiosos de santas y loa– .bles costumbres. Y si alguna vez los vieres grandes y sun– tuosos, debes excusarlo y tolerarlo por el ho– nor de Dios y reverencia al lugar santo, pero por tu parte no debes desearlo. Si te apartas de los amigos por Cristo, y no buscas consuelos humanos, sino que perduras en tu celda, dedicado a tus ocupaciones, te asistirá la divina gracia e iluminará tu espiri-