BCCCAP00000000000000000000232

-312- ni virtud, ni obra que sea grata a los ojos de Dios. Todo trabajo, por grande que S?a y du– radero, es nulo sirt ella y rle ningún valor. La humildad guarda el alcazar de las virtudes y triunfa siempre de los enemigos. Alégrase con la gracia de Cristo, la cual se le comunica como a fiel amigo, porque se so· mete con gusto al Criador, atribuyendo a él todos los bienes y despreciándose a si en to– das las cosas. Sin humildad verdadera se lleva en vano el nombre de santidad; y no aprovecha la ho· nestídad externa si no va junta con la interior humildad. Por medio de la humildad llégase dichosa– mente al bien sumo; sin ella.cáese de lo más alto a lo más profundo del abismo. Testigos sean de ello el sob~rbio fariseo y el humilde publicano. Llénete de horror Lucifer cayendo desde lo alto del cielo; aliente tu esperanza Lazara postrado humildemente y llevado por los án– geles al seno de Abraham. Bien lo dijo eri. su cántico la humilde Madre de Jesús: •Derribó de su silla a los poderosos y exaltó a los hu– mildes•. Ejemplos hay sin número de esto en las santas escrituras, y a todas horas surgen pe– ligros para los que se ensoberbecen con su virtud. Quien desea agradar a los hombres y '

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz