BCCCAP00000000000000000000232

-311- Es esta pues, la primera lección de Cristo; y la pone como fundamento de toda virtud, y absolutamente necesaria para llegar a la eter– na salvación. ·Atienda, pues, a esta lección santa todo el que q1Jisiere poseer ahora la divina gracia y desp1Jés la eterna gloria. Quien despreciare la humildad, todo cuan– to piensa y obra, todo lo destruye y pierde miserablemente. Oigan esta doctrina de Cristo todos los cristianos, todos los religiosos,. todos los sa– cerdotes, todos los prelados, todos los súbdi– tos, todos los nobles, todos los plebeyos, to– dos los sabios y todos los ignorantes; que no dá él lección de cosas altas sino humildes, no de cosas vanas sino provechosas, no de cosas falsas sino verdaderas, no de cosas terrenas sino celestiales. Pronto llegará a ser sabio y dichoso quien imitare a jesucristo humildemente, es la hu– mildad su virtud favorita, contraria di diablo manifiestamente, y aborrecible al mundo. Quien la yosee en el corazón y la practica exteriormente, a Dios agrada y a sus ángeles, y muy seguro se hallará al salir de este mun– do, segú!] lo dijo jesucristo: <Bienaventurados los pobres de espíritu; porque de ellos es el reino de los cielos. Así, pues, sin humildad no hay salvación,

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz