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- 19- Por eso el Divino Pastor hace sonar con fuerza el cuerno de la salud, y dice a sus ove– jitas: «Velad y orad, para que no entréis en tentación•. Como si dijera: El lobo rapaz anda ron– dando el aprisco; la serpiente antigua anda buscando alguna hendidura, por do entrar en vuestros corazones, para hincar en ellos el diente, excitándoos a la ira, ,o con ósculo sua– ve haceros deslizar en la torpeza de la carne. Velad, pues, en vuestro interior, y orad de noche y de día, con el corazón y con la boca, porque de todos lados se os ataca, y no hay lugar seguro debajo del cielo, y los enemigos son muchos, y muy diestros en el manejo de las armas, y disparan saetas muy afiladas, y ocultan sus lazos, para que tropiecen vuestros píés, y ~s apartéis así del camino recto, y abandonéis vuestros santos propósitos. Pero, no; permaneced firmes, y luch~d con fortaleza por vuestras almas. Yo, el Señor, seré con vosotros. Visad atentamente las imágenes que se in– troducen por los sentidos, ya sean del mundo, ya de la carne, y cerradles la puerta de vuestra .alma, y armaos con la señal de la cruz, para que no entre el demonio; a tentaros viene, y a arrancaros el consentimiento en el pecado, para que ofendáis a Dios, y perdáis su santa gracia. ¡Oh devotos religiosos, amigos de Dios!

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