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-243- solo llevé el peso del calor y del día. Y sí hub~ algunos que llevaron carga pesada ¿qué es. todo ello en mí comparación'? Yo he entrado a pesar de mí inocencia por el ojo de una agu-· ja. Estoy atascado en el cieno del profundo,. sin embargo de no hallarse en mí culpa nin– guna. El lagar lo pisé yo solo, sin que ningún: otro me ayudara. Sobre mis espaldas fabrica– ron los pecadores, y prolongaron su iniqui– dad. Mirad mis manos y mis piés, que luí cru-– cificado por vosotro~. Introducid vuestras ma-· nos y reconoced los agujeros de mis clavos~ Palpad mis llagas y mirad có~o fluye de: mi costado sangre y agua. Traed los vasos de: vuestros corazones, y recibid en ellos .este li-· cor balsámico. Guardad en v1testros vasos este óleo de misericordia y de gracia. Lamed. en la piedra esta miel sabrosa, y este. óleo· suave en la peña durísima. Abier~o os he la puerta de mi corazón, entrad ~n ei. Quise que: la lanza abriese mi costado, para que pud ie– seís cobi·jarus en éL ¿Qué mi\s debí hacer por– vosotros, y no lo hice? Permaneced c:1 :ní, y yo en vosotros. Sufrid de bum d ¡;ana un poquito por mí, ya que yo sufrí tanto por •cosotros. Todo os lo hice leve: y llevadero :on mi ejemplo; no tembléis ante la cm z, qi!e se yergue delante de vuestros ojo:;. Acer=J!cs a ::::i los que vivís en tristezas, !os qlJe c!:táís a:1gustjados en vu~stro interior

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