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- 14 -- Sea tu amistad con lo~ devotos y ordena– dos, para ser edificado con su religiosidad y buen ejemplo. Un desordenado y parlero a muchos moles– ta y desazona; y muy bien hace quien trata de reprimirlo. Debe ser avisado y corregido con firmeza , a ver si por fin deja su disolución y ligereza, y se entrega de lleno a la devoción. Nadie se disculpe con las faltas ajenas; piense por el contrario cada uno en su propia salud, y trate con empeño de aprovechar el tiempo, que se le ha concedido, como lo acon– seja el Apóstol por estas palabras: <Mientras. tenemos tiempo obremos el bien para todos• . Y aquel obra el bien para todos que con dili– gencia guarda la disciplina, y es de buen ejemplo en el convento para los demás reli-· giosos. ¡Bendito aquel hermano, que en todo procu- . ra vencerse a sí mismo, porque recibirá de Jesucristo la recompensa de cuanto por él hu– biere sufrido. A guardar esta espiritual disciplina nos cix– horta el Apóstol S. Pahlo, diciéndonos a to– dos, en sus fieles de Filipos: «_Lo que es ver– dadero, ·¡o qtie _es limpio, ·lo q.ue es jus.i\) 1 lo que santo, lo _que amable, Jo qqe d~ buena fa– ma, si virtud, si loa de disciplina, en eso ha-