BCCCAP00000000000000000000232

- 185- cuando a ello fueres obligado, procura volver· a ella sin tardanza. Guarda modales humildes y compuestos y reprime tus sentidos bajo disciplina. Aprende a padecer por Dios en toda nece– sidad y tribulación. No seas inquieto e importuno, mas haz to– das las cosas con paz y tranquilidad. Con pa– ciencia y humildad vencerás en todas las ad– versidades. Pórtate varonilmente, y confórtese tu cora– zón, y huirá vencido el enemigo. 15 DEL DESPRECIO DE LAS CONSOLACIONES TER!lENAS Bienaventurado el que no busca con3uelo en la tierra. Bienaventurado el qu~ desprecia todo descanso temporal por Cristo. Biena– venturado el que sabe sostenerse, cuando es abandonado de Dios y de los hombres. Bie– naventurado el que aguarda la ordenación de Dios, y todo lo recibe como venido de su mano. Aprende a vivir sin consuelo humano, aun cuando no falte abundancia de consoladores. Frágil y poco durable consuelo es confiar en los hombres o alegrarse demasiado en su compañía o entristecerse con exceso en su au– sencia; que ni tú estarás en el mundo mucho

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz