BCCCAP00000000000000000000232

CAPITULO IV De la renunciación de todas las cosas del mundo Señor mío Jesucristo, rsperanza mía y todo mi refugio, consuelo de mi alma y regla de _ costumbres; hoy ve_ngo a tus piés, a renunciar todas _las cosas del mundo por amor tuyo, queriendo sellar solemnemente esta renuncia para gloria de tu nombrf. Hago, pues, renuncia de mis padres, parien– tes y allegados; de todos mis conocidos y ami– gos, de las ciudades, pueblos y aldeas; de los montes y los valles, de los arroyos y las fuen– tes; de los campos, los prados y las selvas, de todos los grandes y herniosos edificios; de la cítara, la lira y demás instrumentos músi– cos, de los perfumes y las flores, de todos los deleites, compañías, banquetes, conver– saciones, visitas·, favores, recepciones, hon– ras y delicias humanas; de todas las par– lerías, ligerezas, juegos, chanzas, risas, eva- i .

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz