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-8- dplina del claustro: en guardar el silencio ri– gurosamente; en practicar el culto divinc> fer– vorosamente; y en ejercitarse en el trabajo di– ligentemente. Donde se halla en vigor la disciplina, allí se goza de paz verdadera y se nota espiritual adelantamiento. Donde la disciplina decae, luego brota alli la disolución, penetran los vídos y languidecen las virtudes. Donde la disciplina florece, allí se palpa la gracia de Dios, germina poderosa la devoción, gústase de la lectura espiritual, y es dulce y sabrosa la meditación; allí la oración es férvi– da y tiernas las acciones de gracias y constan– tes las divinas alabanzas; alégrase el alma, es iluminado el entendimiento, marchítase la car– ne, y el espíritu se vigoriza. Quien ama la disciplina, goza de paz en su conciencia, adquiere buena fama, y acrecienta gloria eterna. Quien guarda la disciplina, refrena su len– gua, busca el retiro, evita el bullicio, modera la risa y prefiere el llanto para hallar a jesús propicio y tenerlo por amigo. Quien gusta de andar fuera de la discipli– na; pronto tropieza en los lazos del demonio, y ahuyenta de su alma el espíritu de devoción. En tres Jugares has de hallarte con placer en compañía de tus hermanos por la común disciplina: .rn el coro, cantando las divinas