BCCCAP00000000000000000000232

- 130- Huye de las alabanzas como del veneno; porque no seas engañado, y pierdas el mérito de la buena obra. Vanos son y faltos de sentido los que se de– leitan en las humanas alabanzas. A Dios solo ha de alabarse, que no al hombre llaca y mi– serable. El sabio mira más a las obras que a las palabras. Lo qu~ está bien hecho, ello mismo. se alaba y recomienda. Quien con solas palabras se contenta, ha– llará un día sus manos vacías. La virtud , que– se practica en Dios, de Dios recibirá la recom– pensa. Si pones tu vida en boca de los hombres,. ahora serás algo, ahora serás nada, y nunca gozarás de paz y libertad. El justo no se pre– cia de palabras galanas, mas pone su .:onten-· to en lo que a Dios agrada. ¡Cuántas veces los hombres alaban lo que· Dios réprueba! y por el contrario acaece otras muchas aceptar Dios lo que los hombres d.es– pre.cían o reprueban. Aquel es alabado merecidamente, a ..¡uien. recomienda Dios, conocedor de todas ids co– sas. Aquel recibe verdadera ayuda y con segu– guridad se alza, a quien Dios ayuda y sos– tiene con su gracia. Téngase en estima la verdad, y no la locua-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz