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-69- Pongo por ejemplo: El lunes medit 1 el alma en la oración de la maí'lana el háber lavado Cristo jesús los pies a.sus disclpulos; por la tarde considérese la gravedad del pecado; y movida la voluntad a aborrecerle, se ha cie acordar de lo que padeció Cristo jesús por sa– tisfacer por él; y lo hizo para lavar las imundi– cias de los pies de los apóstoles' en que están representados los defectos. Martes por la mañana, considere la prisión de Cristo; por la tarde considere las miserias de la vida humana; Cristo cercado de sus enemigos y preso por ellos, por librarle de ta– les miserias y ganarle la vida eterna. A este modo se puede juntar todas las meditaciones de la·mañana con las de la tarde. Y el juntar todas las meditaciones de la mañana con las . otras es de mucho provecho, particularmente porque el alma viene a quedarse mirando a Cristo Ntro. Seí'lor con el entendimiento y con la voluntad, amándole con deseo de ejercitar la virtud que lleva entre manos, o quitar el vi– Cio que le impide su m¡¡yor servicio. Suelen acompaí'lar algunas veces a la oración seque– dades, porque as! como la tierra seca, aunque arranquen la cizaña·y se cultive y se le eche