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CAPITULO IX Del modo de juntar la oración de la Pasión con las postrimerias y de la sequedad y devoción Aunque la meditación de la Pasión del Se– ñor es muy necesaria, pero importa también la meditación de las postrimerías, del pecado y <le los beneficios divinos; polque de estas me– ditaciones nace en el alma el huir del pecado, despreciar lo temporal y apetecer lo eterno; llevar con alegría los trabajos, prepararse pa– ra el divino juicio, y otros santos afectos. Por lo cual será acertado al principio de la ora– dón de la tarde leer una de las meditaciones <lichas. Y por parecer algo dificultoso quedar– se en la contemplación de estas cosas, por eso me ha parecido conveniente un modo muy fá– cil de juntar la oración de la Pasión del Señor, con esta de las postrimerías.

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