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CAPITULO V Del modo de levantarse a Maitines y pre"' pararse para el Oficio Divino. La primera obra que se le ofrece al Capu– chino, es levantarse a Maitines. El que se levantare un poco antes para dis– poner su corazón a las divinas alabanzas imi– tará ·a muchos de nuestros Padres; pero por lo menos, aunque haya andado cinco oseis leguas, o se haya empleado en alguna trabajosa ocu– pación, ha de procurar levantarse con fervor a media noche, al estilo de Ntra. Seráfica Reli– gión (1), imitando en esto al Real Profetru David, que aunque eran muchas sus ocupa– ci;:mes, se levantaba a media noche a las di– vinas alabanzas. ·•Media nocte surgebam ad' confitendum tibi.> (Ps. 118.•) ' . (1) Aun cuando el consejo del autor es muy loable, se apartaría mucho del espíritu de caridad seráfica quie~ reprobara el u•o de los leg!timos alivios establecidos. por las costumbres de-las Provincias para determina– dos casos de trabajos extraordinarios (N. E.)