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-20L- A los que no tienen empleo de estudiar, se les hace muchas noches plá~ica espiritual, a la cual han de ir con mucho gusto y puntualidad;. porque el oir de buena gana la palabra de Dios es seilal de predestinación. Algunas cosas han de observar para que les entre en provecho la divina palabra. La primera, pedir a Dios su a– sistencia y gracia para aprovecharse de toque oyeren . La segunda, han de oírla con mucha humildad, no atendiendo a la curiosidad, sino un trabajo. ((Scie !J.ce in the /ranciscan ordre. A historial' sketck New- York 1924, donde se enumeran y reseñan toda clase de ilustres sabios franciscanos en todos Jos: ramos de la ciencia, que han sido desde el siglo XIII– acá. Puede leerse «Les ldées de St. Fran~ois' sur la scien– ce» y <L 'áme franciscalne» del malogrado Padre Ubaldo· de Alen<;on, Paris 1912, tercera edición 1926.-Ciencia· es investigación, plantearse problemas y resolverlos y llegar a una conclusión. Lo que con esa solución se haga, ya no es ciencia. La ciencia es creación de luz y de fuerza.-El culto, pues, de la ciencia, ·principal– . mente de la ciencia sagrada, no constituye una deroga· ción del ideal franciscano; es al contrario muy conforme a las tradiciones de la Orden. Modernamente el P. Fel-· der ha discutido,·como suele, sabiamente e1 tema de los estudios en la Orden Capuchina. Lo que interesa es que no perdamos la devoción por el estudio; principalmente hemos de interesarnos por Jo que haya de virtud en el trabajo científico, y por lo que puede ayudarnos .su l~z para mejor desempeñar