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CAPITULO XXV Del estudio y la aplicación Del modo que se ba de estudiar y oir la palabra Divina. Las Religiones no son precisamente escue– la de letras, sino principalmente de virtudes; por lo cual los Religiosos no solamente han de juntar el espíritu con las letras y la virtud con la ciencia, sino que primeramente han de aten– der a las oi;Jservaciones regulares y espiritUa– les ejercicios, y secundariamente y como ac– cesorio al estudio de las letras. El que ha de enseilar a otros con utilidad, es forzoso que primero estudie y obre. Primero el ama recibe el manjar y lo convierte en sustancia, y luego da leche al niilo que cría. No el que enseilare,– sino el que obrare y enseilare, será grande en el reino de los cielos. •Qui f'ecerit et docue' rit, hic magnus vocabitur in regno coelo– rum.> (Math5.) Grande fué el precursor del Seilor, S.)uan

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