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CAPITULO XXIII De la templanza Del modo que se h11 de ·observar al tiempo del comer. Es la abstinencia una virtud sumamente alabada de los Santos y del mismo Dios en ambos Testamentos. Por esto, pues, y porque a ejemplo de Cristo Ntro. Señor y de Ntro. Padre S. Francisco hemos escogido una vida estrecha, iws exhortan nuestras santas Cons– tituciones a que ayunemos las Cuaresmas que solia ayunar Ntro. Padre S. Francisco, y ahora sus fervorosos hijos, las que según el P. Bran– dolino son las siguientes: PRIMERA-La Mayor, que comienza desde la Quinquagésima exclusive, hasta Pascua de Resurrección. SEGUNDA-La del Espiritu Santo, que co– mienza la feria tercera de la Pascua de Resu– rrección exclusive, hasta Pentecostés. 14