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-185- de lo mismo que hace o le sucede levantar el , corazón a Dios; como :cuan ~o despierta: Todo me ofrezco a Vos, libradme de las tinieblas eternas. Cuando se levanta: •Dadme, Dios mío, gracias para levantarme de la tibieza al fervor del espíritu Santo.» Cuando se viste: •Vestid, señor a mi alma cqn la hermosura de vuestra gracia >. Cuando comienza a hacer al– guna cosa: •Señor, por vuestro amor; a mayor honra y gloria vuestra ». Cuando le sucede al– go adverso: Hágase, Dios mío, vuestra vo– luntad. Este es un modo de orar muy útil, bre– ve y fácil para todos, y muy práctico y encar– gado de los Santos. El sexto medio es llevar particular ejercicio de andar en la divina pre– sencia; pero el más eficaz de todos es amar -mucho a Dios; porque el amor lleva al alma a d,onde ~;ma. A donde está vuestro tesoro allí está vuestro corazón, dijo Cristo Se11or. nues· tro. « Ubi thesaurus vester est, : ibi et cor vestrum erit. Para facilitar este santo ejercicio, es buen medio valerse de los títulos de que se valla Sta. Teresa de Jesús, por Jos días de la serna· na, que son Jos siguientes: Domingo, conside– raba a Dios como Juez; lunes, como Padre;