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-11:14- le traigan a la memoria a su Majestad Divina. El cuarto la mortificación de las pasiones, se– gún ensefla Cristo Señor Ntro. por S. Mateo: «Bienaventurados, dice, los limpios de cora– zón, porque ellos veran a Dios: <Beati mundo carde, quoniam ipsi Deum videbunt. (MATH. 5.>) El quinto es el uso de oraciones brevísimas y fervorosas, hechas sólamente con el interior o juntamente pronunciadas con la boca; las cuales oraciones son llamadas comunmente de cuatro modos; afectos, porque son unos movi– mientos del corazón y deseos o propósitos de la voluntad; actos o movimientos anagógi– cos, esto es, que guían a lo alto, porque con ellos, como que somos levantados de las cosas ínfimas y terrenas a las sublimes y celestiales; •jaculatori~s• , porque al modo desaetas arro– jadas, suben al cielo; «aspiraciones,» porque con ellas aspiramos a Dios.-Pondré aquí al– gunas para que sirvan de ejemplo para otras: Oh Dios mío, quién te amara! Oh quién nunca te hubiese ofendido ¡No más pecar, Señor, no ' más. Dadme gracias para no apartarme -jamás de Vos. Abrasadme en las llamas de vuestro divino amor; y otras semejantes, procurando