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-180- sura, bonC:ad, apacibilidad y sabiduría del Criador. Pero se ha de ·advertir que las per– fecciones de Dios no son como las creadas, sino que las exceden infinitamente y a todo entender criado; y por eso se ha de anegar nuestro entendimiento en su conocimiento y nuestra voluntad en su amor. Más perfecta– mente, dice S Dionisio en la mística teología-, (Cap. J. 0 N. 0 1. 0 ) conocemos a Dios por ne– gaCiones que por afirmaCiones. Más altamente sentimos de Dios conociendo que es incom– prensible y sobre todo nuestro entender, que conociéndole debajo de alguna .imagen y her– mosura creada. <Magnas Dominas et lauda– bilis nimis, et magnitudinis ejus non est finis.» (Ps. 145.) Lo tercero se colige, que pues Dios Nues– tro Señor está en alma del justo como en su templo; alll podemos adorar, venerar, amar, o recer, darle gracias, pedirle y ·ejercitar to· · dos los demás ~fectos. Porque, como dice San– to Tomás, (Opuse 63 Cap . 3. 0 } grande indis– creción parece que es la de aquel, que siem~ p re busca a Dios en lo exterior, habitando su Majestad Diviria con mucha singularidad en el interior del alma, siend~ nosotros mismos, se-