BCCCAP00000000000000000000231

-179- en el alma del justo; « Templum Dei sanctum est, quod estis vos. (la ad Cor. 32.•) De lo dicho se col '{e: lo primero, que es verdad católica que Dios está en todo lugar, y que nos rodea por todas partes más que el agua al pez que está en lo .profundo del mar. Podemos con muchísima facilidad andar siem– pre en su divina presencia, sin formar magen alguna con sólo avivar a fe, de que Dios está con nosotros, y exc tar la vo untad a amarle, a darle gracias y a otros san os afectos, y esto en cualquier lugar y ocupación que estemos; lo cual aconsejó S. Pablo: • Voto viras orare in omni oco... levantes puras manas.> (la. ad Tim. 2-8.•) Lo segundo, que todas as criaturas nos pueden servir para esta presencia de Dios in– teh:ctual; pues Dios está en ellas dáqdo es el ser, movimiento y todas cuantas perfecciones tienen; porque las criaturas de suyo son nada, y no tienen más de lo que Dios Ntro. Señor les comunica. Y así de todas perfecciones que en ellas viéremos, podemos levantar el espíritu a considerar las divinas. ¿Ves a criatura hermosa, buena, apacible y en·endi– da? obliga a considera qu tal será la hermo-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz