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-171- agradecei"le, tratando sus eitos y negocios seglares por ser.ajeno a la condición re igiosa y caritativa; porque as! como es indecencia que los vasos dedicados al culto divino y al altar, sirvan para los usos comunes y profa· nos, no es menos indecencia, que las personas ·dedicadas a Dios, vasos elegidos suyos," se empleen en negocios seglares, que embara· zan su perfeccióh. Sentir fué este del Apóstol S. Pablo: «Nemo militans Deo, implicat se negotiis soecularibus. (2." AD TIM. CAP. 2•) De cuatro modos se puede amar al prójimo. . El primero, evitando todo aquello que le ha de servir de alguna pena o daño; no juzgando te~ merariamente sus acciones, ni murmurando de ellas, ni dándoles mal ejemplo; sufriendo con paciencia su natural y defectos; no queján¡Iose de sus malas correspondencias, considerándo en sf las ingratitudes que ha usado con su Criador, por las que no merece que la ·tierra le sustente¡ ni que los elementos le conserven. Las criaturas no hacen sino lo que Dios quiere ·o les.permite. Si alguno le mortificare, se le ha de señalar con más afectuosa correspon– dencia y hacerle el más bien que se pudiere; porque así lo quiere Dios: Benefaclte hls ~ui