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-!58- El manifestar al P. Espiritual las tentacio– nes es un gran medio para vencerlas; porque además de quedar el combatiente desahogado y confortado, ejercita la humildad de la cual es vencido y huye el soberbio enemigo; de ello hay muchas experiencias. El cuarto medio es la oración, mediante la cual se pide a Dios auxilio, a Marta Santlsima, a los Angeles y Santos; se considera en laPa– sión de Ntro. Redentor; en los beneficios reci– bidos, en la bondad de _Dios, en la gravedad de sus c;¡fensas, en los cuatro novísimos. Con cada una de estas consideraciones se fortalece el alma para no rendirse a sus enemigos y pe– lear con valor; y este es el medio que Cristo jesús enseiló a sus discipulos diciéndoles: •Ve– lad y orad porqúe no entréis en la tentación. » El .quinto es el ejercicio. Poco aprovecha– rían la desconfianza propia, la confianza en Dios y todos los demás medios, si uno con áni– mo esforzado no se ejercitare en lae virtudes contrarias a los vicios que hacen g-.:erra. El modo que ha de tener en la pelea es examinar qué vicio es el que más le tiraniza, y encami– nar todos sus ejercicios y oraciones a vencer– lo, hasta que lo haya rendido. Y no por esto