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-153-- sumiere uno algo de si, caerá más o menos, según fuere la vanidad y la propia estimación.. Porque quiere Dios que fielmente conozcamos que cualquier gracia y virtud se deriva de El en nosotros, como de quien es la fuente de to– do bien; y que de nosotros, como de nosotros,. no nacería tii un solo pensamiento que le sea agradable. •Non quod sufficientes simas co– gitare aliquid a nobis, quasi ex nobis; sed sufficientia nostra ex Deo est. (•11. ad Cor. 3.>) Cuatro medios aprovechan al hombre para conseguir esta desconfianza: .El primero, co– nocer su propia nada y vileza, y que si tiene algo, es de Dios; por sí solo no puede nada; sin mi, dice Dios, no podeis hacer cosa algu– na . («]oan. 15.•) .y en otra parte: Ninguno viene.a mí si mi Padre no le trajere. (•loan 6.») El segundo, pedir a Dios frecuentemente esta dádiva suya con mucho fervor y humildad. El tercero, acostumbrarse a recelar del propio entendimiento, de la fuerte inclinación que tie– ne a sus propios enemigos y de sus muchos enredos. Muchas veces los vicios acometen disimulados con capa y color de virtudes; y