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-144- Gregorio: Delante de los ojos de Dios nunca está vacía .la mano de ofrenda, si el arca del corazón estuviere llena de buena voluntad. •Ante Dei namque occulos numquam est vacua manus a munere, si cordis arca re– pleta fuerit bona voluntate.• El enfermero ha de cuidar de todo lo que se le ofreciere al enfermo, y avisar al Superior lo preciso, y de que se le diga, si es posible, todos los días misa en la capilla de la enfermería: El enfermo ha de oírla con mucha devoción y comulgar frecuentemente; y lo que falte a la reverencia exterior por causa de la enfermedad, lo ha de suplir siempre con la humildad y veneración. El hebdomadario ha de cuidar Lle decirle los santos evangelios y darle a adorar las Reli– quias todos los dfas, cuando hay esta costum– l>re, y todos los demás religiosos, de encomen– darle a Dios en todas sus oraciones, esperan– do del Señor eJ premio de la caridad que ejer– citaren con el enfermo, como si la hubieran ejercitado con el mismo Cristo. Amen dico vobis, quamdiu fecistis uní ex his fratribus meis minimis, mihi fecistis .. (Math. 25.) El que padece enfermedad o cualquiera pe– nalidad interior o exterior, ha de avivar la fé,