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-125- muerte o del infierno o algún otro castigo que Dios le puede dar, con propósito de enmendar" se. Este dolor nac~ de temor, tiene también por objeto a Dios... Por si sólo no borra las culpas, pero si junto con el Sacramento de la Penitencia, con el cual vivifica el alma. Tiene obligación el que se ha de confesar; de estar con dolor, sea de contrición o rle a• trición, cuando el confesor lo absuelve de aque– llas culpas que da por materia del sacramento, aunque sean solo veniales;· de calidad que si el que se confiesa, no tiene ningún dolor, ya que no cometa pecado de sacrilegio, por falta de advertencia, que es muy dificil de suceder, por lo menos no habría sacramento, ni recibiría gracia porfalta de disposición. Para evitar este inconveniente, aconseian los santos Doctores a las personas que frecuentan los sacramentos y no tienen al presente sino materia muy leve, se acusen también de algun pecado -mortal cierto y determinado, que cometieran en la vida pasada; y si no han cometido jamás pe– cado mortal, que se acusen de algunos venia~ les que le acusen más confusión; aunque se hayan confesado de ellos muchas veces, a fin de asegurar de esta suerte el dolor y propósito