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-90- .IOS ·escribas: Haec oporfef{acere et illa non omitfere. (MATH. 23.) Divídese en exterior e interior. La interior consiste ·en mortificar las pasiones y potencias interiores del alma, dirigiéndolas a Dios. La exterior consiste en la mortificación de los sen– tidos del cuerpo, la cual es muy precisa para conseguir la mortificación interior y guarda del corazón; porque este es como una esponja, y así como ésta atrae los. licores y participa de las humedades próximas, así el corazón huma'– no atrae.por los cinco sentidos los objetos que se le proponen. A cada uno se le pueden pro– poner objetos buenos, indiferentes y malos. Los buenos son aquellos que inducen a levan– tar el espíritu a Dios. Los indiferentes son los que ni nos llevan a Dios ni nos apartan de El. Los malos son los que nos llevan al mal. En todos estos se ha de mortificar el siervo de Dios, como luego diré. Haciéndolo así, podrá decir a Dios con David: Por Tí, Señor, somos mortificados todo el día. «Propfer Te mortifi– camur fofa die.• (Ps 34.) A la vista se le pueden proponer objetos buenos; tales son, las imágenes de Cristo Ntro. Señor, de la Santísima Virgen, y de ros