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-83- sor, y tal vez pqr vivir con más .libertad. El enfermo que muda de médicos, tarde sana; el discípulo que ~uda maestro, poco aprende. Lo segundo, así como tiene lugar y horas. seiÍaladas para alimentarse el cuerpo, ha de te– ner lugar y horas Señaladas para al)mentar el alma con la oración; porque así como el cuer– po no puede crecer, conservarse ni vivir, sin el alimento usual, así el alma no puede crecer en perfección, ni conservarse en ella ni en la vida de la gracia largo tiempo sin oración. Por lo cual, aunque padezca grandes tentaciones, sequedades, tribulaciones y distracciones, y le parezca que no aprovecha en la oracióri, no· desconfíe, ni deje de perseverar en ella; pues apenas hf, habido Santo que no haya pasado por esto, y por estos medios no le haya Dios. purificado. No se deje engañar de los demonios, los cuales procuran con varias astucias y pre– textos apartar a los fieles del estudio i:le ora– ción, sabiendo que es el medio para conseguir de Dios todos los bienes. A unos les persua– den que no podrán tener la quietud convenien– te para este ejercicio con los oficios y ocupa– ciones del propio estado, las cuales han de cumplir muy aprisa o totalmente dejarlas. Esta.