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196 CONSTITUCIONES ·- CAP!TULO XH sente el sagrado Evangelio, la Regla a Dios prometida, laS santas y loables cos– tumbres, y los ejemplos de los Santos, enderezando todos sus pensamientos, pa~ labras y obras, a honra y gloria de Dios y salvación de los prójimos; que de esta ouertc el Espiritu Santo le·s enseñará en todas las cosas. ·247.- Además, corno nuestro Salva– dor primero comenzó a obrar, y después a enseñar a otros, así también todos nuestros Superiores sean los primeros en observar las presentes Constituciones, y después con resolución santa y eficaz in– duzcan a todos sus súbditos a que las guarden inviolablemente. Y si acaso al principio algunas cosas parecieren algo di– fíciles, con la santa costumbre se harán fáciles y agradables. Y para que mejor se impriman en la menle de los frailes, los Superiores locales las· hagan leer en el refectorio una vez cada seis mses. 248.- Y aunque con estas ConstÍtU· cienes no intentamos obligar a los frailes bajo de pecado alguno, sino en cuanto nos obliga Dioo. la Iglesia y la Regla, eso no obstante, querernos y mandamos, que los transgresore.> de ellas sean castigados

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