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1 16 CO:-.I~TJTUCIONES- CAPÍTULO VI y buen ejemplo de nuestros prójimos. tanto religiosos como seglares. CAPíTULO VI 97. - Considerando nuestro seráfico Padre san Francisco la altísima pobreza de Cristo, rey del cielo y de la tierra, el 1. ual, en su nacimie.nto, no tuvo para ha~ hitación ni siquiera un rincón en pobre posada; durante su vida, habitó como peregrino en casas ajenas, y, en su muer– te, no tuvo donde reclinar su cabeza; ad. virtiendo ademáJ cuan pobre fué en tod...:·, para imitarle mJndó en la Regla a ..;us frailes, que no tuviesen cosa alguna el'l propiedad, para que, como peregrinos Ln la tierra y ciudadanos del cielo, corric;.an con ferviente espíritu por el camino ·te Dios. Queriendo, pue'), de veras imitar el preclaro ejemplo que nos dió Cristo. y guardar perfectamente el seráfico pre– cepto de la cele.>tial pobrezJ, declaramos, que, de hf'cho, s:.:.lvos los .dvrechos de ;a Santa Sede, no tenemos. ·ni en particular ni en común, ju risdicción tP.mpotJl, de– minio, propiedad, jurídica posesión, usu– fructo, uso jurídico de cosa algun1. ni

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