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100 CONSTITUCIONES - CAPl1 ULO Jll -·-·--·- -------- -------- 71.- Además, para que, según la doctrina de nuestro Santísimo Salvador, nuestros corazones no se entorpezcan con la demasía de la comida y· de la bebida, sino que nuestra mente se conserve pura y nuestros sentidos mortificados: se or– dena, que en la mesa no se ponga vino fuerte que no esté algún tanto aguado, y aun esto debe parecernos sensualidad o regalo, puesto que, según san Jerónimo tscribe, en su tiempo hasta los monjes t:nfamos bebían agua solamente: y nu~s­ tro Padre san Francisco. en frase del seráfico Doctor sJn BuenJventu ra, apenas bc:bía el agua suficiente parJ apagar su sed. Esto parecerá suave a los frailes, si cünsideran que a Jesucristo se le negó el agua en la cruz, y le dieron en su lugar hiCl y vinagre. En la mesa no se dé nadJ especial sino a los enfermos, caminantes, ancianos y débil-es. Si algun9 quisiese abstener!ic de vino, carne, huevos, u otros m;wjares, o ayunar más de lo ordinario, si el Sup~rior ve que lleva en ello pura y !.anta inter.ción, y que puede h1cerlo sin daño de su salud, no se lo prohiba. :tnt.!s bien le exhorte a proseguirlo, con tal que coma a l<l mesJ con los demás,

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