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358 - ria de S. Buenaventura. Por esta razón, el problema no pode- mos -lógicamente- mfis que iniciarlo : apuntar au existencia y su solución desde el campo por nosotros esplorado.- Y desde aquí la solución es esta s a) por lo que hace a la serie de argumentos de indole "ontoló - gica'; aunque de varia ildole y procedencia en su origen, ya hicimos ver cómo muelstro Autor logró presentarlos en una vi- sión de conjunto bien trabada y original : en el modo Me sin- tetizarlos todos y hacerlos valer desde 1 'PRIMIDAD". b) pero entre loa argumentos psicológicos y los ontológicos, se logró esta unidad?- Ciertamente que si. Porque el Seo. Dr. propone los argumentos psicológicos como "subsidiarios" tan- to en su importancia y aplicaciones cono en su valor probati vo. Y sobre todo por esto : porque daeo su ejemplarismo y su concepción de la sustancia del alma inmediatamente operativa los argumentos psicológicos adquieren categoría de ontológi- cos Pues an tal caso no se raudan en una propiedad fisica del alma ( como es la inteligencia y la voluntad ) sino en el se r mismo del alma o 'en el espíritu humano en cuanto ser espirl. tual e no en cuanto tiene la propiedad de entender y querer Repetimos: no podemos bicer mfia que apuntar el problema y su so1uci6n. Le mixplioación pertenece a la segunda parte, que no estudiamos nosotros en este trabajo. Tambian loa historiadores del dogma de la Trinidad

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