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356- Pero, a medida que fbamoS adelantando en el estudio Mel tema se nos Presentaba este en proporciones tan grades que no S fue posible estudiar m'u que la primera parte :la cognoscibi- lidad del dogma de la Trinidad, sin llegar a exponer,propia- mente, la teoría bonaventuriana para explicar la naturaleza fntima del misterio. Con todo la primera parte de nuestro estudio - el trabajo ahora presentado- puede resultar tambien interesante en este sentido : porque los mismos argumentos que nuestro Autor emplea ahora para "probar la existencia del misterio, lu s naco valer , a su debido tiempo, para exp car la haturaleza nti-la del mismo. Por esta razón lo que hemos expuesto acerca del alma i'lagem de la Trinidad sobre la Ofimidad bondad., amor etc. nos prepara para entender la explicación del misterio, en el momento que esta se intenta- se. Pues,en ltima inatuoia, las mismas razones que exigen, -según el modo evtudiado - que ha a en rios tres personas, exigen i_ j ue las procesiones divinas sean tambien de esta manera determinada que conocemos por lp revelación formal o virtual. El lectór habrt visto con toda claridad la diferen- cia que hay entre loa argunentos estudiados en la Sección primera, y los de las Secoi5n tercera. Los primeros se apoyan en la teoria del alma imagen, son Me indole PSICOLOGICA y en cuanto a su origen históric.) reconocen por fuente a S. Agu tin. Los otros y son de INrOLE OUTOL;MICA y en cuanto a su

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