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• galficación y sobre todo mucho más profunda. Pero, al que- rer exponerla cientificamente , los sabios cristianos echaron mano de las teorias filosóficas que consideraron como . montos mis aptos para su finalidad. Las Fuentes de la Revelación nos hablan constante- mente de las comunicaciones divino-humanas e el hombre apare- ce totalmente ordenado al servicio religioso de Dios y Dios in- tervimne en los acontecimientos de la vida humana ordenindolos I , todos a que se cumplan sua designios de salvacOtn Me los hom bres, segin la presente economia, Tampoco le es ajena ša idea de trascendencia, pre nada constantemente en el atributo de su santidad, que le permite a Dios habitar una luz inaccesib ble que nadie jamis vió ni puede ver. Al mismo tiempo, au inmanencia o preaencialidad en las cosas y en los macesos hu- manos es de sobra manifiesta, pues " en El nivimos nos move- mos y somos" (72).- Para explicar los datos de la revelación los teóloeps de los primeros siglas vieron un camino abierto en la metafisioa neoplatónica del BIEN, con las oaracterfsti- oas que acabamos de ver . Tanto mis cuanto que el mismo neopla- tonismo no estaba, ni mucho menos exento de influencias bi- blicas a travga de los pensadores judios y cristianos. No ha sido una coincidencia que el platonismo haya prevalecido en la concepción teológica antigua De haber al 72. 6,16, Act 17, 28. Cfr. Amor Ruib

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