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tamos an la oportunidad e mirar las cosas desde este punto de vi st El caracter teológico" de las razones necesarias ya quedó bien probado entonces. Pero v ahora vemos que ni si quiera es legitimo plantearse la cuelJtión Me una cognoscibili dad puramente natural Me la Trinidad porque la "analogia del ser" nunca es para el Sco. Pr. el punto de pqrtida en sus in- vestigaciones, sino sólo de llegada Mucho menos habría de pen- sarse en una actividad de la pura razón natural tratimMose de misterios de nuestra religión. Tambien hablabamos de una hipótesis teológica" en la exposición bonaventuriana de la Trinidad Pues bien, tal hipótesis cientifica es inteligible y razonable "DESPE LA ANAill, LOGIA DE LA FE": la idea clave de la "hipótesis" es la concep- ción del Ser divino v en si mismo y en sus comunicaciones ad ex- tra, como "bien" como "amor caritativo".Y concebir a Dios y todas mas obras como "CARIDAD" tiene sentido dnicamente para el hombre que parte de un sentimiento y experiencia especi- ficamente cristianos de Dios y Me las coaas.Y sólo desde esta interioridad eristiana se puede formular la afirmación tras - cendental de que EL RS AMOR Otra propiedad de las razones necesarias era su ea rActer de argumento "ontológico ¡oro un argumento "ontoló gioo de tal ndoie a6lo tiene sentido centro de un intenso "eje -larlsmo teol gloo u e.d., únicamente cuando considera