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- 272 explicito como el del Itinerario, pero a la luz de 1,nues- tra investigación sobre iate sigue el curso Mel pensamiento bo- naventuriano sin ninguna violencia(132). Finalmente conviene observar que o la integración Mel amor en cauces metafisiooson nada desvirtúa la unidad de la argumentación y del pensamiento de nuestro Autor porque tanto la caridad como cualquiera otra propiedad divina se identifican con la razón de Deidad y por este motivo adquieren carActer me- tafTsico las propiedades que en su punto Me partidad - las co- sas creadas - no lo tenían más que psicológico. Y esto es, pre- cisamente, lo que acontece con el concepto de amor: es traslada- do desde el dominio de la psicología al de la ontología. Consi - derado psicol6gicamente el amor es el cauce por el que se desa- rrolla el dinamismo de la voluntad, en cuanto distinto Mel Mi- 132. En el mismo sentido ha de interpretarse la doctrina de Guillermo de Auxerre, que distingue la procesi6n Mel Hijo de la proceaibn Mel Hapiritu Sto. en que la primera es perfectísima" y la segunda "liberalisima". El Hijo es una ff reproducción de la perfección física f9e1 Padre, de su majes- tad o de su dignidad ontol6gica cuya suprema manifestación consiste en donar a otro su misma sustancia. El Espiritu Sto. procede como amor"gratisime. Así pues, ambas perso - nas proceden Mel "amor liberal" del Padre. 31 este amor se fiesta como"perfectisimo" tenemos la generación, que es el do de proceder más perfecto; si se manifiesta como gradal " la procesión por via de liberalidad o voluntadalo aparece dificultad en identificar la fórmula "producir de modo perfectísimo" con la de producir por via de "naturaleza", como se identifican "producir por libera- lidad" y "producir por via de voluntad". Cfr. Auxerre Suma Aurea , lib. I, cap. 2, fol. Cfr. la f6rmula del Halabas que habla de la " caridad suma" en la primera procesión y de la "caridad excelente" en la aegundad Su= I, n.304, pg.439a
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