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ciertamente que el a ras cumpliría las condiciones esenciales para ser un amor plenamente liberal y gratuito : la aotitud fundamental del sujeto, en dl osso Dios es tan perfectamente liberal en el amar a las cresturae y nuls, si se quiere - que en amor a si mismo. Pero la liberalidad l como actitud subjetiva t no es lo decisivo y dacio azando se trata de determinar la verda, dera perfecoida ontoldgioa del or, tan 6610 es lo mis im, portante cuando se trata de determinar la perfecoión 'p si- eclógica" del soto de amar. En la teoria bonaventurians del amor, lo que senals la perfeoci6n ontol6gica de iste se aSs bien la "dignidad" o perfeooi6a ontológicos del obje- to amado : siendo el amor ,fundamental ate, "out tico", se oomprende que haya de ser medido ante todo por el otro'. De aquí que ) el amor eianamente perfecto,no es aquel que mi- rado desde el sujeto amante es "psicológioa rite' sumamente perfecto, sino aquel que se dirige a un objeto que onto16- gicamente es oinniperfeato. Al amor divino le denominamos in - tamexits perfecto, radioalmente, - e oomo teirmlno del *o amoroso al mismo Jer divino infinito en pollee- n en el caso tamban es neceserlamente perfecto por la actitud subjetiva del Amian to Dios (125) fr ghy , GruadÍorci der Liebp, los oap.2 PP. 36-291 trata ampliaeate, tanto desde el punto de vista histórico como sistentioo •stae swarsoterfstioas del a sor en an Buena