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Adeinés de esta forma qua ?o fiel de proponer el argumento, anean el verdadero germen de la "forma psiool6gios zdad 'Jordi& se propueato por Zioardo y sus imitadores. La Trinidad objeto de nuestra fe comenz6 a apa- recer , de algun modo, st nuestra inteligeacia en el libro oc- tavo, dio. S.Agustfn. Allf, 'cuando de 11eg6 a la caridad, que ea Dios - vagiu la Zsoritura santa - amisså a brillar un poco una trinidad : el amaite, el amado y el or" (94) Ia efecto, ea el libro octavo habfa ya descubierto una tri - nidad con el amor que quisiera utilizar para subir a la Tri nidad divina : "el aior supone un e y un objeto que se ama con amor y pues aqui tres sosas : amaìte, amado, amera!. Sota trilogfa la eacoatl e ea todo sobre :o- do en el •s:Aritual oro veamos de emotartos Ah mis y busoar setas ais oosas ea lo alto, ea cuanto es pos4- bis* (95 las revenir, libro siguiente, sobre es- ta trinidad del amor la eaouentra iasufioiente : ea el ve a qpie uso se amo a si mismo no es posible descubrir dad, mino dualidad cuando uno se ama mi mismo hay dos ocias en oh. .1 amar y el amado ; porque el amante y el amiido son entonces una mi8za cosa. Parece, por tanto, que no se sigue que l dondequierm que hay &Llar haya de haber 94 Trin. 95 lbd 2,819 as. 14 cit