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- 198e - el deseo natural o y ontológico no puede 0111 Pe- ro de qu4 modo ha de cumplilse ? No siempre ha de ser desde la creatura considerada desde si misma porque puede ser satis- fecho por otro. Fallarla el principio fil6s6fico aludido, si de ningún modo se cumplirles*, el deseo; pero éste lo lima rt- , Is liberalmente. Y la razón suprema ee siempre el ejemplaris- mo Oivino t el deseo natural al fin sobrenatural estkolerto an lo intimo de la naturaleza, pero no le viene al hombre en lo que este tiene desde si mismo limitación e indigencia - sino en lo que tiene desde Dios o.ð., porque su "idea" lle- na está en Pios (43e ) Taablen se salva perfectamente la gratuidad do la gracia dentro de este deseo natural de ver a Dios. En primer lugar, mirado tal deseo desde el hombre que lo tiene no significa an 61 ninguna "exigencia" a ser rea- lizado por la virtualidad propia de la naturaleza. El hombre se dice que tiende a la felicidad o que es beatificable en a]..- gin sentido "naturalmente" y an otro sobrenaturalmente. Si Me- cimos que es "naturnlmente beati-ficable" nos referimos a que el hombre tiene aptitud ( ya sabemos que es positiva ) natural para la felleidad perfecta, pero no significa esto que tanga "disposición iciente en orden al acto sino que tal dis- posición suficiente para llegar ya al acto de la felicidaM p le 43e. "eat alia perfeetio quántam ad esse secundum,quae non cau- satur a hifterfectione secundum esse primum p sed potius est supra illud e sicut eat perfeollo in esse gratuito et glorio- co o quae quidem eat in nobis.non ex nobis m sed ex Deo" II S. d.29,a.1,q.2,ad3m;II,699a

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