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las propiedades de los seres creados pero esto sólo ar- guye la posibilidad de encontrar conveniencias, no verda4 deras razones ostensivas del misterio ; bl tampoco hay argumento a priori, pues la infinidad o cualquier atributo divino podemos verlo como perfectisimo sin que veamos las procesiones, relaciones y personas ; y por otra parte nun- ca vertamos con claridad que la distinción no se opone a la omnf moda aiuplioidad divina. Como adversarios de esta doctrina se cita : Abelardo, Uioardo do S.Victor, Usinando Lulio y los se miraoionalistas del siglo XII. - Ya se comprende que San Busnaventtra no tenga relación ninguna con estos dltimos y con Abelardo. Sin embargo, nuestro autor cita y aprue - ba las mismas razones por las que Uicardo es tachado, al menos oomo poco acertado en su modo de expresarse. Admite el Santo Doctor que mis razonamientos os tengan valor "positivo' para demostrar la existencia del misterio de la Trinidad, al menos despas do la revelación 7 Lo quo hemos dicho acerca de la naturaleza de la nta aidn teológica en el Santo Doctor, nos predispone ya para interpretar su pensamiento a favor de la posibili - dad de dar argumentos positivos a favor del misterio, pues- to gas habla de poder ofrecer razones demostrativas de los principios de la fe. Igualmente al recorrer los textos

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