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cosas necesarias, ao stSlo hay argumentos que nos dan pro- babilidad, sino tambi4n argutiientoa verdadera A° necesa- rios manque pueda ocurrir que se oculten a veces a nues- tra investigaoión" (60). 31 autor tiene buen cuidado en advertir qae habla de verdades necesarias, porque las ver dados sobrenaturales matingentes, que dependen del libre decreto de Dios, no podemos explioarlas por razo.lee nece- sarias, pues seria iiiponer neoesidad 6a las obras de Dios ad extra GIL) queda limitado el oaao de las razones ne- cesarias para iicardo a la vida mntiaia de Dios y part oularmente al misterio de la Trinidad. Ahora que si dentro de este oampo, Ricardo se muestra total.ante con- vencido de la eficacia de su m4todo, de tal modo que lla- ma insensato al que no vea la fuerza plenamente grobati ve que tienen los argumentos propuestos (52) Cualquier nota de racionalismo a estilo abe- lardiano no tiene razón de ær en Rioardo a pesar de sus "razones necesarias". 31 punto de partida y el ambiente ea que se desarrollan es del todo similar al d .Anselmo, asi como los principios ontológicos en que se apoya. 50 b d. 'cit. 51 . I b d. ap.3 1 col.892 52 AO Tr lib.4,cap. 1.oit. ol.940.