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de la demostración racional del misterio de la Trinidad pudióramos oompendiarla ami : a) a Dios hay que atribuir - le todo lo as perfecto y noble que podamos ixiginar ; b) todo lo que es "conveniente" en Dios se convierte l por ello mismo, en necesario", pues aof oomo todo lo inoonve- cliente repugna en Dios del mismo modo todo lo conveaiente es necesario en El o) en concreto e conveniente-aece- serio" en Dios toda perfecci6n, mientras no se prueba lo contrario por una razia mio fuerte, o por argumento de au- toridad (48). Se vislumbra aqui un modo de argumentar por "oonvenienoias a priori que he »'s de ver muy desarro- llado en San Buenaventura y la Beouela Franoiscana. Conviene observar , finalmente, quo Anselmo es un partidario destacado de la teoria psiool6gica agusti- niana y sin embargo atribuye a esta ezplionoicSa an valor de "razia necesaria". Con ello se aparta de Santo Tomís y puede oonsiderarse en este aspecto, mas en conformidad con la Escuela Franciscana y sobre todo con Duns Asooto. Decimos esto porque, cuando se trata de clasificar las corrientes medievales respecto a la expl ioaoi6n del miste - rio de la Trinidad, hay que tener tambiin en cuenta el Le T itate 4 pro biente externo y b16 este libro de mossa "razones na tfte" de Bichsgd d'Btudes Addidvalee d' r Buibal, Proble - Para conocer el am- tual eu que se seen - do y eLi que , aparecieron sus fa- ", otr. Athier, 19 "De Trini- o tor (Publications de l'Ilstitut awa, LI),P ris-Ottawa IV, pp.283

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