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ahora para razonar sobre estas verdades de fe : las razo- nes necesarias que se han aducido para probar el misterio de la Trinidad y Enoarnaci6n han sido hechas para que lo que tenemos por la fe...se pueda probar también por razo- nes necesarias, sin la autoridad de las Escrituras" (4a). Tampoco puede acudirse a argumentos de onve- niencia", pues .Anselmo distingue bien ambos modos de ar gumentaoi6n (44). En su atén de penetrar los misterios, Anselmo busca verdaderas razones para hacer ver qu , lo que noa ave li fe sobre la vida fntima de Dios no s6lo es así sino que vemos que no puede ser le otra manera. Pero aun esto tiene sus límites : no pretende darnos una olaridad tal que haga desej:arecer el misterio. Por,ue »odemos llegar a dar razones que prueban la existencia del Instarle, pero nunca podemos investigar plena. te lo que el gisterio es en sí en :BU esencia ("waliter sit"1 y por eso pienso que debe cohibirse el conato de explicar ocSmo sea el misterio (4 43. pp ftge ;riatatia, 1.oit. Asf lo indican las expresio- nee que usa para calificar su argu ntación : "rationee neoessariae, rationis necessitas (textos citados); evi- denti oognosoere ratione (N fide Trinitatie l l.cit. 274), rationabili et perspicua necessitate claruit" *ologium I ca2.21,174. — A veoee :o opone al modo de ar- gumentar por "ccnvendencias" : Cur Done homo, I l cap.4 co1.365. 44. * * I cap.64 ; 21.158 2 45. Jbd. l oap.45 11 Pe fide Trinitatis, praef.

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