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nacida distinción esoolistioa entre el conooer el "an sit" del misterio y conocer el "quid sit" del mismo. Abelardo afirma que la razóa natural puede lo prixæro, mas no qui- so ooncederle una inteligencia clara del misterio. La doctrina abelardiana sobre las relaciones en - tre el conocer natural y los misterios es eonolusión de o- tros principios superiora y derivación otras equivo- caciones teológicas. la razón .1ltis de por (114 podemoe conocer naturalmente la Trinidad de eraona3 en Dios hay que buscarla en el modali o trinitario del autor. Los nombres de Padre, Hijo y 3spiritu Santo ao significan o- tra cosa que el poder, la biduria y la bondad de Dios. Ahora bien, es claro que un filósofo puede deducir - con- templando las cosas creadas - que Di tiene poder , sa- biduría y bondad y por tanto que es Padre, Hijo y 3spiri- tu Janto : "el misterio de la encarnación no podia ser percibido tan olarat te a través de la creación como el poder, sabiduria y bondad ,de Dios en lo anal oreo que consiste la Trinidad" (37) Para que no quede lugar a du- da • xplico* al proceso que nuestra rasón sigue para demostrar 'na turainte ia existencia de la Trinidad : por los efectos llega el hombre a conocer que Dios es sabio, poderoso, be- a7. In €p.ad Ro 1 bel ibd., 803.
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