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laoldn de oonformadad nos clara (38). A travis de estos ternarios oreados podemos llegar a deducir que Dios ven - fi oa la razia de cunea ea la tri)le formalidad de oficien ola, ejemplaridad y finalidad (ó9). Puede decirse incluso que el vestigio dice una referencia propianente dicha a la Trinidad, enclavada en la esencia misma del ser oreado (40). De aquí no Ss sigue que . 1* oreatur3 no sea fognosoible sin oonocer antes a la Trinidad (41) al tampoco que e vesti- jandro de 1les, astsbleoe como °tortas las siguientes feohse : a los libros 1-3 estaban terminados en 1245 (salvg pequenas adiciones posteriores) oompuestos entre loe anoe 1236-1245 1 h) todo el libro IT en su mayor parte es, segurameete, poaterior a 1245 y anterior a 1257, en que murió Guillermo de Melitona muy probable- mente autor de este libro. Le cuesticln del autor de la hplesiena es mucho mas oomplioada. Proponemos con sus nåisraa palabras la conclusiSn fundamental del Monos noluaio : Ipse Alexander quodammodo juman tecit o sed llaborantibus iliis ; item, ex propriis na.iii sorip is, sed etiam ex alienis. Quare it authentica it halesiana quodamidodo 8uj dioi potest o non autem eimplioiter" (15.000IXIIa). El P.Douvet estudia toda la cuestión en las prolegóme- nos al tomo IV de la Sumo halesiena l Quarsochi,1948. Nosotros seguimos aGuotendo la bajo el nombre de Alejandro de Hales, pero teniendo en cuenta que, seglin las ilti a investighteiones zis bien habría que tener- la °amo un reflejo del pensamiento teológico de los A&estroa Praucisoanos de Parle desde 1230 al 1257 ; lo cual en cierto sentido hace mole valioso su testimo Respeoto Al modo de oitar,00rno la edioi6n de Quaraoohi tiene una Mstnibuot6n complicada, que adema no cor- responde a las ediciones anteriores, citamos dnicamente tomo, número y pigina de la nueva edici6n, ssgin ha- comun on i.zta neta. nm.II I n.36,p.46b. Ibd.0.30,p.42&b. 40. "oonditiones ta a in quibus atteriditur vestigium re runtur ad Trinitatem proprio Ibd.,n.48,p.48b. Segun el contexto de la cuestión se quiere decir que todo ser oreado es vestigio de la Trinidad en manto tal y ao só- lo de la esencia divina. La razón de vestigio es ineepa-