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Esta visión de la Trinidad a traves de su ima- gen oreada, no nos da plena olaridad, sólo "arguit at coD- mendat Se trata aqui de una verdad que supera la razón y acerca de tales verdades la fe no puede propiaaente ser iluminada por la inteligencia, pero sf puede asta oontri- buir a hacernos mis venerables las verdades de la fe, al rier20 tie - Apo que le ivone una humillación jara que no se atrava a oponer necia a la fe (33). cuo investigaciones sobre la rinidad RICARDO de S.VICTOR no aceptó la orientación agustiniano-ansel- miana (34). Pero logró 4sta gran fortuna al ser adopta- da por PEDRO LOMBARDO en sus aentenoias. No porta nuevas ideas el Keestro" ; pero ofrece una ordenación lógioa y did4ctioa de loe problemas trinitarios, bastante superior a la de sus predeceeorea ouv jnto oon la autoridad de San Agustfu constitufan uns gran recomondación para la teorfa. 3o contenta con presentar la imagen oreaos nomo dio para llegar a la Trinidad ea uma colección de textos del Doctor de Hipona (35) Sobre el valor probativo de ta- 33. De Saoramentie l lib.I s eep. MI.178,231-232. Sobre el hombre formado a imagen de Dioa, vase P.8,oap.2. ML. 178,264. 34. Entre las oreaturas, aun el aluAS humana l y Dios hay mu- cha mis desemejanza gue parecido. Tai vez ãa °ato esta el s oreto de por que Ricardo no sigue el oamino de San Ag4etiu : la desproporción ontológica entre la limita- clon y el tipo OR tal aue no permite la ascensión desde la una al otro, o al menos es insufioiente para darnos una idea grande de la realidad divina. Oft Ben.maoir, rf l omp.20; 11.196,181-162. Sent. i d.3,cap.2. Oitamoe por la edición que acomparia a las obras de Samenaventura de Quaracoh ,tom4I,83-84.

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