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MISIONES DE LA ZINGA, BENÍN, ARDA, GUINEA Y SIERRA LEONA 53 se ofrecieron para tan católica empresa, escogió doce que le parecieron más idóneos para ella (54). 6.-En el ínterin que se juntaron en Madrid los nombrados, se escribió por los despachos a la Sacra Congregación, bautizóse Bans y su criado y se imprimió una cartilla y catecismo en lengua de Arda. Al embajador Bans se le puso por nombre Felipe, mandándolo así S. M., y se le dió el apellido del padrino, con que se llamó después D. Felipe Zapata. Al criado se le puso por nombre Antonio y el apellido del padrino. Llegó después la ocasión de marchar y S. M. mandó dar los despachos necesarios y cuanto fué menester para la conducción desde Madrid hasta Arda. Los religiosos nombrados fueron los siguientes: el P. Fr. Luis Antonio de Salamanca, Superior y Prefecto de los · demás, el P. Fr. Agustín de Villabáñez, el P. Fr. Carlos de Los Hinojosos, el P. Fr. José de Nájera, el P. Fr. Atanasio de Salamanca, el P. Fr. Manuel de Las Canarias, el P. Fr. Basilio de San Martín, el P. Fr. Francisco de Ciudad Rodrigo, el P. Fr. Benito de Tuy, el P. Fr. Bernardo de Santiago, y los Hermanos Fr. Cipriano de Madrid y Fr. Andrés de Ocaña, religiosos legos; este último enfermó de gota en Cádiz y no pudo pasar adelante con los demás (55). 7.-Estando ya todo dispuesto, llegado el tiempo de la embarcación, se hicieron a la vela el día 25 de noviembre de 1659, y en siete días de navegación fueron desde Cádiz hasta Canarias. Desde aquí, sin d~tenerse, prosiguieron su viaje hasta llegar al puerto llamado de Arda, adonde desembarcaron a 14 del mes de enero del año 1660 (56). Está el reino de Arda a siete grados de (54) Véase en la introducción y en las notas los trámites que se siguieron para la fundación de esta misión, así como el interés de Felipe IV por ella. (SS) Los Superiores de Castilla nombraron Viceprefecto al P. Agustín de Villa– báñez, pero la Congregación, quizás por indicación del Nuncio, designó al P. Luis An– tonio de Salamanca. Cuando llegaron los despachos de la Congregación habían fallecido los PP. Buenaventura de Sevilla y Diego de Uceda, siendo sustituídos por los PP. Ber– nardino de Ciudad Rodrigo y Basilio de San Martín (Carta del P. Yecla a la Con– gregación, 20 de julio de 1659.-Arch. Prop. Fide, Scritt . ant., v. 255, ff. 72-73.– Cfr. también mi obra La Provincia de Frailes Menores Cepuchinos de Castilla, ya ci– tada, 219 ss.). El P. Anguiano pone Francisco de Ciudad Rodrigo en vez de Bernardino o Bernardo que ponen otros; y al revés, Bernardo de Santiago en vez de Francisco. Son, por otra parte, muy interesantes las recomendaciones que Felipe IV hizo al Vice– prefecto; puede verlas el lector en mi artículo Misión Capuchina al reino de Arda, en Missionalia Hispanica, 6 (1949), 523 ss. También puede verse ahí la carta que Feli– pe IV escribió al rey de Arda con ese motivo de la misión. No sólo. eso, sino que el rey dió orden a la Casa de Contratación para que diaria– mente se diese a Bans y sus acompañantes, que eran varios, cuatro pesos diarios (Archi– vo G. de Indias.-Contratación, Leg. 1785, carta del P. José de Nájera). A los misioneros se asignaron 1.200 ducados para ornamentos y otras cosas ([bid.). Sobre esto mismo hay documentos interesantes en el citado Archivo, Indiferente general, Leg. 2871, Ex– pedientes de Religiosos, tomo 9. (56) La nave en que fueron era de Gil López Cardoso, vecino de Sevilla, y se llamaba «Nuestra Señora de la Concepción»; quedaba autorizado para llevar negros a las Indias (Cfr. en Archivo G. de Indias, Contratación, Leg. 1785, el ajuste, condiciones, etc.). La última fecha citada en estos documentos es la de 29 de noviembre de 1659.
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